Una nueva semana comienza, y hoy nuevamente tenemos una charla inspiradora. Hace años, cuando ella se dedicaba a producciones de moda, la conocí por mi "trabajo oficial" como diseñadora en una fábrica de tejido de punto. Charo es de esas personas simpáticas, detallistas, transparente, de esas que no necesitas demasiado tiempo para "sacarle la ficha". Profesional, comprometida con lo que le hace, destila ganas y pasión. Los años pasaron y ambas creamos mundos paralelos, creció Almacén Feliz, surgió Puentestudio y Tocadas por la varita, su emprendimiento. Los dejo con ella y una charla que deja claro que solo es cuestión de confiar, comenzar, animarse y hacer!
"Mi nombre es Charo Navarro, soy de Mar del Plata, tengo 35 años. La primera carrera que arranqué a estudiar fue música...A los pocos años la dejé (la carrera, la música se quedó conmigo) y empecé diseño de indumentaria, ahí sí me recibí. Pero por entonces suponía que iba a hacer ropa, sin embargo creo que hice todo menos eso! Trabajé diseñando vestuario de cine, teatro y TV, más adelante trabajé como estilista en producciones de moda y hasta llegué a conducir unos capítulos de un micro de tendencias en televisión! Siempre en el mundo de la ropa, pero no haciéndola.
Alternadamente, emprendí algunos proyectos de marcas que por diversas razones quedaron truncados. Con el mundo de las novias puntualmente, la historia empezó hace un par de años, con mi propio casamiento. Mi prima (Pía Córdoba) que es quien me diseñó e hizo íntegro –con sus propias manos- mi outfit de novia, me sugería algunos tocados chiquitos, como un detalle que completara… a mí era lo único que no me convencía. Fui dejando el tema sin resolver y por fin, un día antes de casarme me senté y lo hice yo misma con ayuda de Paz, mi cuñada y gran amiga. Me la jugué con una súper corona de flores y hojas de terciopelo alrededor de mi cabeza… para nada discreta, por cierto!
No le di mayor relevancia a eso, pero unas primaveras después le pasaba algo similar a una amiga mía: se acercaba la fecha de su boda, y ella sin tocado. Le dije: “Yo te lo hago”. Quedó feliz con el resultado, y yo disfruté mucho haciéndolo, supongo que porque tenía esa cosa de lo hecho a medida, y para un momento tan especial de la vida… Bueno, recién ahí empecé a pensarlo seriamente como emprendimiento. Dos meses después nacía “Tocadas por la Varita”.
V: Sos de nuestra ciudad, sentís que es tu lugar en el mundo? ¿Sino donde sería?
Ch: Vivo en Mar del Plata, ciudad donde nací… y me encanta! Pero tranquilamente me veo viviendo en otra ciudad en un futuro… ¿por qué no? Si hablamos de “lugar en el mundo”, el mío está donde está mi (pequeña) familia, y mi taller.
V: Nos contaste como empezó Tocadas por la varita, contanos cual es el concepto, la historia que querés contar con cada tocado...¿es un proyecto unipersonal?
Ch: En un principio en Tocadas por la Varita fuimos dos socias (de hecho así se llamaba la marca: “Charo y Paz”) pero en el camino quedé sola! Y arremetí con valentía. El nombre surgió a raíz de un juego de palabras, pensando en las novias que van a llevar mis tocados. Me gusta pensar que son novias afortunadas, con una magia especial… con ese “toque”. Las novias que eligen usar los tocados de Tocadas por la Varita son femeninas, sin caer en el acaramelamiento ni en lo cursi, quieren simplemente verse divinas.
V: ¿Y cómo es el proceso creativo para realizar tus productos y cuales son tus fuentes de inspiración?
Ch: Comienza en la entrevista con la novia, que generalmente es vía whatsapp ya que trabajo con muchas novias de Buenos Aires. En función del vestido que van a usar, y la idea de peinado que tienen en mente, empezamos a charlar del posible modelo de tocado. Ellas en general me mandan referencias, y yo les boceto una idea, que muchas veces va acompañada de una mini-muestra de lo que va a ser el tocado completo, o fotos de los materiales que les propongo usar. Es la parte más inspiradora y divertida! Una vez de acuerdo en el diseño, manos a la obra.
La primer fuente de inspiración indiscutible: la naturaleza. Hasta hace poco viví en el bosque Peralta Ramos, y me pasaba de ir caminando, distraída, y arrancando hojitas de los árboles para observar las formas, las nervaduras…Además me inspiran las novias arriesgadas, con personalidad, novias cool que me voy topando en mis constantes búsquedas y “curioseo” en el mundillo de las bodas.
V: ¿vos realizas el producto completo o intervienen otras manos?
Ch: Todo, íntegramente todo, está hecho a mano. Las hojitas y flores de alpaca o bronce, cada una de esas piezas, las hago yo artesanalmente. Lo mismo que las flores de tela, por ejemplo. Todos y cada uno de los tocados los hago sola. Los boceto primero, y los materializo después. Con toooodo mi tiempo, concentración y amor.
V: ¿y la comunicación de la marca la realizas vos también?
Ch: Sí, también estoy a cargo de eso! Lleva tiempo pero por ahora puedo, y la verdad es que me gusta. Lo que sí, hace un tiempo estoy trabajando con una chica que es una genia, mentora en marketing, Nayla Norryh. Y es impresionante cómo me está ayudando en lo que es organizar y planificar todo ese “detrás de escena” que requiere una marca, para poder mostrarse lo más fielmente posible al afuera.
V: ¿Un proyecto que sueñes aunque hoy lo veas lejano? ¿y cuál es el horizonte de Tocadas por la varita?
Ch: Llevar mis tocados a bodas soñadas en la playa…Tengo una amiga que está por instalarse en Tulum. Ella vive ya hace varios años en México, y tiene amigas que están trabajando en ese rubro. ¡Así que quizás no sea tan lejano!
Sinceramente, quiero que mi marca crezca mucho más todavía, pero no me gustaría que fuera tanto como para volverse inmanejable. Esta modalidad de trabajo que tengo hoy me encanta, y quiero mantenerla. Trabajar sin más ayuda que mis manos y mi corazón en los tocados, en la tranquilidad del taller que tengo montado en casa, permitiéndome llevar una vida tranquila con tiempo para disfrutar de mis hijas (Carmela de casi dos años, y Lupe aún en la panza!). Mi plan es incorporar una fotógrafa fija, para ir haciendo fotos lindas constantemente, y una diseñadora gráfica/web.
Pero la esencia de “pequeñísima” empresa jaja!, quisiera mantenerla intacta.
V: ¿Un consejo para alguien que está por emprender?
Ch: Mi consejo más sincero para alguien que está por emprender es que haga algo que realmente le guste, algo que le divierta! Lo que de verdad le apasione. Y que tenga en cuenta que una marca no se vuelve grande mágicamente, necesita de recursos: invertir tiempo de calidad, y al menos “algo” de dinero. Si falta de una cosa, va a hacer falta más de la otra…
Y la mentoría, en mi caso, resultó clave. La recomiendo 100%. Te ayuda a encontrar tu norte.
V: Nos encanta que nuestros entrevistados nos den sus recomendaciones:
*un libro: “El camino del artista”, de Julia Cameron. Para mentes creativas bloqueadas, lo más!
*una cuenta de IG: @myweddingdiario ó @ubuntu.events, si hablamos de bodas (no me puedo decidir por uno). Y otro completamente desconocido, pero absolutamente inspirador, de una amiga que vive en Australia: @_luyla_
*un blog: ¿Vale un “insta”-blog? no dejen de conocer a @julibong
*un viaje: El de mi luna de miel fue demasiado perfecto. Arrancamos haciendo pueblitos en pleno corazón de México (Tepoztlán, Taxco, Guanajuato, San Miguel de Allende) con una mini paradita técnica en Ciudad de México, para después sí perdernos en dos islitas soñadas: Holbox e Isla Mujeres. ¡Volvería todos los años!
V: Lo ültimo que le pido a todos mis entrevistados, definite en 4 palabras.
Ch: Detallista, ultra comprometida, pero a la vez desestructurada, sensible
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Que comiencen una linda semana, con todo lo que eso implica, cosas lindas y otras no tanto, en definitiva de eso se trata la vida...en el camino lo importante es descubrir lo que nos llena, lo que nos completa, y una parte importante es elegir un trabajo, una actividad, o simplemente un hobbie que sea ese "refugio" en donde desplegar nuestra creatividad, nuestras ganas, nuestra pasión por algo. Definitivamente nunca es tarde para encontrar el camino o dar una vuelta de timón. Los invito a que no se queden con las ganas, así como Charo después de su boda descubrió que era posible crear un emprendimiento de algo que surgió casi al azar! Solo hay que estar atento, dejar que hable el corazón y no dejar pasar las oportunidades. Si a ustedes les ha pasado lo mismo o están en pleno descubrimiento nos encantaría que nos compartan sus experiencias en los comentarios!
Todas las fotografías de este post pertenecen a Santiago Vellini.