Después de una semana de mucho trabajo, de un fin de semana muy de invierno y de hibernación, sí, me gusta esa palabra. Soy fanática del sol, los días grises definitivamente no me inspiran pero la verdad es que cuando uno viene a un nivel de cansancio importante no hay nada más disfrutable que hacer la vida de oso en invierno: pantuflas, pijama, quedarse en casa, estufa, algo rico, siesta y andar en slow motion...lejos no hay spa que se le compare. Bueno, el fin de semana vino de spa made in casa, de terminar cosas pendientes, de navegar, de inspirarme, leer y escribir y acá estamos, con pilas recargadas y comenzando un nuevo lunes con una charla con una artista a la que admiro, ella es Lucila Biscione, si no la conocen hoy llegó ese día...